
Este artículo probablemente sea el mas político de los que suelo escribir en relación con la actualidad política en España. Mas allá de la búsqueda de respuestas, es mas una reflexión sobre lo vivido la semana pasada en el “debate de investidura” y la continuación de un modelo insostenible de hacer política y forjar un país a golpe de menos democracia.
Me pareció muy ilustrativa esta foto en relación a la búsqueda en el Hemiciclo de los disparos de Tejero del 23F de 1981, ya que es precisamente lo que debemos hacer, buscar esos “disparos partidistas” que atentan contra un sistema democrático y dejan huella en la historia. Luego del debate, o mejor dicho “el Zero debate” hemos sido testigos de la pérdida de valores y operatividad en el sistema político. La falta de debate ideológico es lo que marca la diferencia, o mejor dicho, la que no se ha marcado.
El debilitamiento de la democracia de un país se refleja precisamente en el Congreso, donde líderes políticos representan a los ciudadanos, sus votos e intereses. Sin embargo, hemos sido testigos, una vez mas, de la falta de diálogo y de una suerte de interminables monólogos que nada aportan a la estabilidad y mucho menos a dar luz en un camino oscuro de incertidumbre como lo es la crisis geopolítica por la que atraviesa.
Este triste episodio histórico ha dejado claro que por encima de todo dominan los insultos, el bajo nivel intelectual y la falta de voluntad política por el diálogo, la negociación y en definitiva, el sentido de Estado. Este tipo de situación nos hace pensar que la prioridad absoluta, antes que la crisis en Cataluña, es reformar la Constitución para resolver los problemas de estancamiento en el manejo político y de liderazgo y no ya en cuestiones de tipo geopolítico.
Un Presidente elegido por mayoría por la ciudadanía y que producto de una gran debilidad en el Hemiciclo se transforma en una nueva arena de lucha partidista lo expone cruelmente. Lo vimos ahora con Pedro Sánchez y también con Mariano Rajoy, confirmando nuestras peores sospechas: es un problema endémico y no en contra de un partido/ideología.. El famoso “no es no” del Partido Socialista contra M. Rajoy pero extendido a otros partidos: sin visos de diálogo sino de reafirmación partidista. Políticos que no están a la altura de un debate y lo transforman en obsoleto, estéril y por momentos obsceno si lo vemos a la luz de la profunda herida que dejan en los cimientos de una sociedad que ya, de por si, está fracturada. En términos no solo de lo que supone representación de los ciudadanos sino del ejercicio irrestricto de una retórica interminable y no necesariamente representativa del sentir de una mayoría. Los resultados han sido claros y el pueblo Español se pronunció por un Gobierno socialista pero moderado, determinado en sus decisiones pero lo suficientemente flexible para imprimir de estabilidad y plasmar con certeza el incierto futuro de España luego de Cataluña y VOX. Pese a ello, la falta de voluntad de negociación primó en el debate, paradójicamente como argumento altruista, así como la defensa del estancamiento en el liderazgo político abanderó un verdadero proceso de boicot a todo tipo de reformas. No necesariamente se trata de “apoyar a Sánchez y nacionalistas o no”, al igual que hace poco tiempo atrás no se trataba de “apoyar a Rajoy o no”, sino de establecer mínimos estándares de convivencia que contemplen, también, los intereses de una mayoría de Catalanes que claman desesperadamente por una salida.
Lamentablemente en el Hemiciclo vimos nuevamente a otros “Tejeros” atrincherados en sus oscuros cubículos partidistas sin tomar en cuenta que la defensa de cualquier posición se hace adaptada a realidades específicas y nunca acabadas, con sentido de auto-critica y Estado, y no de posiciones únicas e inamovibles. No se defiende mejor las instituciones, por ejemplo la Monarquía, por no reformar la Constitución y otorgarle así un rol tal vez mas activo y comprometido y no ya la de un Mediador pasivo y sin resultados.
Las Constituciones se crean no solo para darle marco legal a un Estado de Derecho sino para dar cabida a todas las posiciones. No se defiende una Nación y yo diría tampoco un partido –al menos no en el mediano plazo- por mantener un status quo catastrófico e intimidante en términos de generar confianza y por ende, estabilidad.
No se “une España” sin negociar ni dialogar con una mayoría de ciudadanos Catalanes que piden reformas.
No se “rompe España” por buscar soluciones alternativas y reducir la tensión extremista que contamina a todos los ámbitos del país incluso aquellos que buscan la preservación a ultranza de condiciones que se han demostrado vuelcan a la violencia.
Los últimos resultados electorales dejan claro que existen tanto mayoría en Cataluña para la Independencia como en el resto del país para el diálogo. Lo que no puede dominar es la falta de negociación y empatía por crear una Constitución lo suficientemente ampliada como para dar cabida a todos desde un plano abierto y por ello, democrático.
El discurso repetitivo y falto de soluciones de sus líderes demuestra que, aunque se esté en contra del independentismo Catalán, igualmente se tiene que abrir un espacio de debate resolutivo y no el obstinado cerramiento a reformas que lleva a un pozo ciego de confrontación y pérdida de visión hacia un futuro innovador. Todo ello agravado por una atmósfera en el Hemiciclo teñida de falta de nobleza y argumentos no lo suficientemente elaborados. La fortaleza de un partido y su líder no pasa por su oposición férrea sino por la búsqueda de soluciones. Las hay. Y es aquí donde se debe invertir en el debate, la defensa del Estado de Derecho a través de la Constitución sin adaptación a las desafíos presentes y sin contexto histórico y global la transforman en inoperante y en muchos casos simplemente, letra muerta en el sentido de proporcionar garantías.
Convertir el Hemiciclo en un verdadero circo de campaña electoral sin agregar ni un punto, ni una coma a lo dicho durante la campaña y en los últimos convulsionados años para la Nación es sin dudarlo, un “romper con España” y debilitarlo en términos democráticos. No es el espíritu adecuado para un debate de investidura que debe basarse en la capacidad de unir ideologías con sentido de Estado, por ende, de generosidad para buscar pautas de entendimiento y consolidar así una democracia y no una oposición amenazante y dura que literalmente boicotea todo intento de resolver una crisis que perjudica -además- profundamente la imagen y credibilidad de toda una Nación a nivel internacional.
La falta de empatía política y de contenidos no lleva a defender “mejor” la soberanía nacional y las garantías Constitucionales sino a partidos individualmente considerados. Lecciones aprendidas del partido Ciudadanos que en el afán de ganar adeptos mediante un discurso Nacionalista- Español -que creyó mayoritario y parte del “sentir popular”- resultó gravemente perjudicado y castigado por sus votantes que vieron en ello solo oportunismo político partidario y no una búsqueda cabal, centrista y sincera por encontrar soluciones.
Un escenario de extremismos por todas sus versiones. Qué es peor el Nacionalismo Catalán o el Español? Que “rompe” mas con España? Un grupo de Catalanes reformistas pidiendo diálogo o un grupo de Españoles que buscan, no solo mantener un status quo impracticable y desactualizado sino repetir uno que ya no funciona. El “como” es lo que debe ser objeto de debate y no el “que” harto conocido por todos. El que deba existir un cambio debería ser un principio general asumido por todos los actores de la escena política, en principio una gran mayoría de la ciudadanía ya lo ha captado, ahora toca que lo hagan sus representantes y actúen en consecuencia.
Los disparos a la democracia dejan huella….debemos evitar nuevos “golpes de Estado” no ya por demandar nuevas distribuciones geopolíticas, sino por hacer del Hemiciclo un lugar poco fiable y amenazante de los valores democráticos, ya sea por el estancamiento intelectual como de vision de futuro, resultando en un ejercicio vilipendiado de falta de negociación, dialogo y lamentablemente respeto profesional.
*https://www.abc.es/espana/20131029/abci-disparos-congreso-201310291300.html
España Elecciones 10N: Área Zero del teatro político
https://thesustainabilityreader.com/2019/09/25/espana-elecciones-10n-area-zero-del-teatro-politico/
Resultados elecciones España 2019: ante la fragmentación política, un solo camino….
Cataluña: el comodín de las Elecciones España 2019
https://thesustainabilityreader.com/2019/04/17/cataluna-el-comodin-de-las-elecciones-espana-2019/