COVID19 España: demasiadas puertas para una única salida. El dilema de la “buena gestión política”

#estevirusloparamosunidos, con este slogan se presenta el Gobierno para luchar contra un ingrato e implacable virus COVID que no conoce de condiciones y avanza arrasando países sin distinción, desde los de mas bajos recursos a los mas altos. El Gobierno y sus opositores políticos se enfrascan en discusiones bizantinas haciendo de esta crisis una mas en la arena política, sin medir el grado de urgencia e innovación que supone. La unión de personas, instituciones y sectores parece ser la única solución, sin embargo, #estevirusloparamosunidos se queda en eso: un slogan de campaña que ni siquiera es usado por otros partidos para no conceder ningún tipo de crédito a los Gobernantes. Es por ello que el impacto económico, el devastador número de infectados y muertes y el ambiente de recelo e incertidumbre cierran un escenario en donde podemos afirmar que #estevirusloparamosseparados y estancados desde las distintas trincheras del poder.

La incompetencia a la hora de tomar decisiones contra COVID19 a tiempo y la toma de medidas de prevención, que aunque no impidiesen su irrupción por lo menos permitiese un mejor posicionamiento- ha sido una de las claves a tener en cuenta a la hora de analizar –y condenar- la gestión política en España.

La gestión del miedo es uno de los motores que ha impulsado tanto al Gobierno como a los opositores y es precisamente este complicado escenario de caos emocional que hace que tenga mas protagonismo que la propia gestión política. Una búsqueda de aplacar los ánimos de la población por parte del Gobierno y apaciguar a los inversores ante las posibles –o seguras- quiebras, retener al votante, y calmar a los propios políticos de su sector están entre los múltiples desafíos a los que se ve enfrentado el Gobierno.

Todo un manejo emocional de una pandemia que exige pragmatismo absoluto y el despliegue a tiempo de acciones de contingencia y prevención sin miedos y con audacia para conseguir así que sea efectivo y drástico. Eso si, se lleva por delante la economía, el turismo, el ocio y la hostelería, entre otros, que se ven directamente paralizados y con ello una cascada de actividades y negocios que no cuentan con el apoyo para sostenerse ni la capacidad para reconvertirse. Lo perdido, perdido está y solo queda culpar a la gestión política. Pero que hay de la innovación y el fomento de la misma, precisamente para hacer frente a situaciones de emergencia? Qué hay de todas las políticas que hacen resiliente a un país tales como: I+D, rescates, fondos de emergencia, personal sanitario, etc.? Qué ha hecho España en los últimos 20 años para ser menos vulnerable a las crisis globales que desde hace tiempo se sabe que va a haber aunque no se hubiese puesto “nombre y rostro”? Esa prevención de la que tanto hablamos en estos días es la prevención que no ha existido en los sucesivos gobiernos que han sucumbido ante campañas interminables, periodos inexplicables de no formar Gobierno, repetición de elecciones y muchas mas prácticas del llamado “juego político” irresponsable y vicioso.

Si, España tiene un grave problema de falta de sostenibilidad política que ha sido hábilmente aprovechado por populismos de izquierda y derechas como forma de llenar los vacíos que dicha inacción generaba. Aun así, si tiramos de hemeroteca veremos como se forjaron miles de proyectos, ideas y luchas interminables, por ejemplo, contra el desempleo. Eso si cortoplacista, bienintencionado pero sin visión de futuro y mucho menos de capacidad de respuesta en situaciones de emergencia. Eso es puro partidismo y no gestión política que exige sentar las bases que construyen a un país tal como se concibe a un bambú, totalmente doblado por los huracanes pero que no se rompe y vuelve a erguirse  en tiempos de bonanza.

La realidad es que poco se ha hecho para evitar una emergencia de esta magnitud, teniendo en cuenta que ya teníamos, de manera real y tangible la del cambio climático, aun así, los tiempos lentos y los procesos político-partidarios oxidados han hecho que una maquinaria que debía estar perfectamente conectada y aceitada para que todos los partidos por igual se pusieran de acuerdo e impulsar inversiones en este sentido, tampoco se realizara con proyección y mucho menos buena voluntad política y espíritu de colaboración. Al punto que si se hubiese hecho hasta podría haber tenido un impacto no solo de cara al cambio climático sino también a COVID19. La resiliencia que un país genera invirtiendo para los tiempos de incertidumbre es lo que le plasma de versatilidad y por ende de rápidas reconversiones de la economía. Mas que evidente se vuelve en estos momentos con el turismo donde como podemos ver no se trata simplemente de invertir en promoción, conseguir países “amigos de España” o evitar confinamientos para que no le afecte, sino de subsidiarlo al punto que pueda soportar un periodo realista de inactividad. Es como, la gran mayoría de las veces, una crisis de dimensión global y que tiene que abordarse con esa mentalidad, también a nivel local.

Asimismo se podría sostener que una gestión política desde una perspectiva global torna el país en mucho mas resistente a las crisis ya que el foco de atención puesto en la inversión hacia la incertidumbre, la reconversión y el Estado como eje coordinador contando con estrategias a largo plazo con el sector privado lleva sin lugar a dudas a un país menos impactado. Es importante tener en cuenta esto último, “menos impactado” no significa “Zero impacto” en contagios o en la economía  sino simplemente sustentar una mejor posición para afrontar un escenario post-crisis.  Es a todo lo que apuesta un modelo sostenible y es en ello donde encontramos sinergias con la acción estratégica para el cambio climático.

Una pandemia internacional que ha arrasado hasta los países mas fuertes. Por lo que, donde radica el fracaso a la hora de superar la ola de contagios? O mejor aun a la hora de no volver a una 2da o 3era ola de contagios? *

Países como Costa Rica que registraba los menores índices  asociados a una buena gestión política se ven ahora ante una intimidante 2da ola luego de relajarse las restricciones posteriores al confinamiento. Lo cual indica que no es precisamente la gestión la que marca las pautas sino una combinación de factores en donde un virus particularmente potente se “ensaña” con toda la población mundial y muy en especial en aquella que relaja las medidas claves: uso de mascarilla y distanciamiento social. Donde si podemos hablar alto y claro de buena o mala gestión es en cuanto al impacto en la economía. La reducción del consumo supone un impacto que solo es evitable si se aplican medidas hábiles o si es un país preparado para situaciones de emergencia. España no lo estaba y muchas de las medidas que se toman terminan siendo inefectivas porque no existe una cultura de acción conjunta y previsión para los tiempos de crisis.

En efecto, España sigue sin aprender de los shocks, incluido el climático, el financiero (2008), el geopolítico (Catalunya), el político partidario (censura a Rajoy y meses sin gobierno). Ahora con COVID19 se ven las heridas sin cicatrizar de un sector político que sigue repitiendo códigos de partido y no de país. Es precisamente dicha confrontación que lleva a crecer los populismos –de izquierda y derechas- y a ver los nacionalismos como grandes botes de salvamento en vez de un retroceso a un modelo ya acabado donde no tienen cabida los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Unión Europea, Naciones Unidas, la libertad de circulación o el reforzamiento de las libertades individuales a través de una tecnología que se expande de manera sólida y de carácter enteramente global.

Demasiados frentes políticos abiertos que se mezclan con una pandemia internacional y hacen de España un país particularmente vulnerable, sumado a aspectos como hábitos personales, salud, edad de la población y  recursos sanitarios y financieros.

Demasiados líderes políticos para un objetivo que debería ser común y en el que no se están cerrando filas, sino por el contrario aprovechando para abrir mas “puertas” de conflicto que blindan la posibilidad de la única salida posible de la crisis: la acción conjunta.

COVIXT 19 solo una puerta basta: negociación, conciliación, dialogo.

*Foto. Escultura de Yoko Ono; “War is over if you want it” https://www.mca.com.au/artists-works/exhibitions/war-is-over-if-you-want-it-yoko-ono/

* https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-54211390

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