Control de armas… o algo mas radical?

Luego de nuevos tiroteos en El Paso, Texas y Dayton, Ohio debemos situar el debate donde realmente importa –sin la manipulación desde el público y/o intereses privados- y reflexionar sobre los pasos correctos que se deben tomar para frenar estas masacres  desde una etapa inicial.

Me sorprendió escuchar la reacción del Presidente Donald Trump luego de los tiroteos tanto de manera positiva como contradictoria con su acción real. Por primera vez el Sr. Trump mencionó los límites respecto a un cambio cultural en América*: “nuestra Nación debe condenar el odio racista,  el fanatismo y la supremacía blanca, estas ideologías deben ser abatidas mediante la identificación de los asesinos”  y buscar signos de alerta tempranos, haciendo una referencia específica a la  “glorificación de la violencia” en juegos de video, redes sociales así como también reformando la legislación de salud mental –para identificar individuos mentalmente perturbados-, coordinar acción con instituciones locales, etc.

Un cambio cultural es verdaderamente un factor que la sociedad americana no está debatiendo en profundidad, en cambio, están sumergidos en un debate vacío que no lleva a ninguna parte: el control de armas como único eje para todas las soluciones. Sin embargo, cuando no existe un sistema que responda -mucho de los asesinos habían sido identificados antes como peligrosos-,  una perturbadora cultura de “glorificación de la violencia”, enfermedades mentales, Zero control sobre los mensajes enviados en las redes sociales, juegos de video agresivos, etc. o incluso los propios mensajes del Presidente Trump confrontacionales y agresivos que alimentan el odio en vez de llamar a la Unión.Todo ello tiene como resultado un escenario apocalíptico.

Imaginemos por un momento  que todo se refiere a la propiedad de armas, a lo mejor si hubiese una completa prohibición de armas habría menos asesinos? Tal vez, pero es realmente la respuesta para erradicar los tiroteos masivos? Verdaderamente dudo de que los tiroteos masivos sean actos espontáneos, no coordinados y que provengan simplemente de “gente que compra armas”. Millones de personas en América y alrededor del mundo compran armas y no por este hecho buscan cometer masacres. El racismo o limpieza racial proviene de agendas organizadas e históricamente vinculadas a la historia Americana. No en vano el  Ku Klux Klan nació en América y actualmente Estados Unidos detenta la vergonzosa posición de ser el 1st país en el mundo en  tiroteos masivos este año.

Sin embargo no es la percepción general e incluso para aquellos que están de acuerdo en la existencia de una agenda oculta lo asocian con razones políticas. Solo por dar un ejemplo, una vez establecida mi posición luego de los tiroteos recibí un comentario en mi blog en donde se afirmaba que los  “tiroteos masivos era parte de una estrategia en contra del socialismo”.  No es solo una opinión que no comparto sino que es una forma de ver la violencia en América en términos de política en vez de una cultura en torno a la violencia que se mueve mas allá de la industria de las armas.  

Estoy de acuerdo en que hay mucho mas detrás pero no en términos de liberalismo-socialismo, este viejo debate distrae de lo que es realmente importante y evita tomar acción cuando es necesaria. América no es lo que solía ser pero estos desafíos vienen de las mismas amenazas: racismo, oscuras y ocultas agendas de odio e instituciones viciadas que incluyen servicios de inteligencia  que en muchos de esos casos fueron conscientes del peligro pero sorprendentemente no tomaron las medidas necesaria para evitar o al menos prever la masacre.

Creo firmemente que el control de armas no pondrá un punto final, es cierto que es extremadamente necesario en términos de responsabilidad pero específicamente en relación a los asesinatos masivos no supondría una gran diferencia ya que son parte de una agenda y no actos aislados.  

Además, solo se corresponden con una pequeña proporción de las muertes por armas. El gráfico lo expone claramente: son los suicidios la principal causa de muerte. Prohibir armas tendrá como resultado los mismos que la Ley seca en 1920: ninguno, ya que los objetivos específicos de los perpetradores crecerán en furia y dimensión. Cuando una sociedad se torna tan agresiva y el odio es la regla, debemos abordar un cambio cultural y abrazar un objetivo de paz y coexistencia con fuerza pero con una ambición  “medida y en tiempo”. No se resolverá en el corto plazo, pero se deberán habilitar todos los recursos para hacer a las instituciones trabajar en una acción coordinada de carácter inmediata. Aunque lo dicho por el Presidente Trump va en línea con estos pensamientos, su mensaje agresivo no se corresponde con la realidad, particularmente en relación al Muro y las políticas en contra de la inmigración. Estoy segura que existen mejores mecanismos para controlar la inmigración en vez de alimentar odio de manera sostenida.

Volvamos al hipotético escenario de una completa prohibición de armas, es posible que un joven mentalmente enfermo, drogado, cuente con una y lleve adelante una masacre? Claramente si, hay una posibilidad importante que aunque bajo prohibición obtenga un arma y el poder de oscuras agendas actúe nuevamente “fuera de la ley” perpetrando una tragedia.

Este es el punto de comienzo de nuestra reflexión que marca la diferencia: son las armas las que impulsan la violencia o es una agenda oculta basada en racismo y objetivos oscuros la que realmente la impulsa? Es la filosofía de  Trump que impulsa la violencia? O su mensaje conciliatorio hacia los supremacistas que permite mayor inseguridad?

Quitarle la máscara creada por Gobierno-Prensa-Redes Sociales supone cambiar una vieja cultura basada en racismo. Viendo la realidad desde una óptica mas amplia, evaluando cada tiroteo masivo como parte de un agenda y no necesariamente respuestas a crisis –migración, inseguridad, posesión de armas- sino una crisis institucional en profundidad.

Los movimientos libertarios no han surgido necesariamente por la convicción de que un Estado minimalista es la panacea del bienestar, sino como respuesta a la ineficiencia de las instituciones actuales y la falta de liderazgo que está llevando a la sociedad al caos.

Hay un fuerte quiebre de confianza en las instituciones y sin duda es un signo de una democracia fallida. Bajo estas circunstancias la violencia está garantizada.

El control de armas no es suficiente y no es la solución para la enfermedad de América sino algo mas radical como: cambiar instituciones, reformular mecanismos internos y controlar mensajes de la Prensa, porque es aquí donde radica una sociedad violenta. Una crisis en odio y racismo que no se ha abordado a tiempo y por la cual la sociedad está pagando las consecuencias.

América, quítate la máscara …..

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