
BRICS y todos aquellos acuerdos entre bloques están por encima de cada uno de los países individualmente considerado y contribuye grandemente a construir un sistema global accountability. El mismo criterio se aplica a Naciones Unidas, sin importar la falta de transparencia y/o accountability identificada en cada uno de sus miembros restan como miembros de la institución. La estabilidad global no es cuestión de gestionar asuntos internos sino globales para los cuales hay un cierto grado de “screening” sobre la Nación miembro. Esta es la mejor manera de lanzar la resiliencia en términos institucionales, en vez de sanciones, diálogo y un acuerdo prometedor para aquellos aspectos en los cuales pudiese crearse una sinergia.
Por ejemplo, Alemania importa 50 del 75% del total de gas natural desde Rusia. No es de recibo pensar que como miembro de la Unión Europea su acuerdo comercial tenga que ser boicoteado. Lo mismo sucede con el resto de países BRICS, todas economías emergentes con un impacto importante en la estabilidad económica global. Rusia con materias primas, Brazil, agricultura, India, servicios, y China producción, son realidades que no pueden ser negadas incluso aunque no esté claro el nivel de vulnerabilidad de cada país miembro y su respeto a los Derechos Humanos. En un escenario post-pandemia, la Unión Europa debe focalizarse en lo que representa la cohesión global y la construcción de un sistema de accountability que resulte de este enfoque. La capacidad de unir esfuerzos podría ganar una nueva dimensión, lo suficientemente creativa para construir puentes mas allá de cualquier limitación.
Incluso aunque, originariamente, BRICS haya surgido como un movimiento anti-americano, no son sus acciones las que nos hacen analizarlo como tal. Luego de la era Trump, la idea de nacionalismo y un quiebre determinado con un sistema global son las ideas
Que guian los destinos de Estados Unidos así como del mundo entero y exige una reformulación a nivel global institucional en términos de estructura. El Consejo de Seguridad no puede seguir funcionando de la misma manera que antes y es el rol de Rusia el que adquiere nuevas perspectivas en el sentido de que a pesar de su enfoque nacionalista, es “menos nacionalista” que Estados Unidos, manteniendo una mente global.
Un orden global exitoso exige una nueva estructura basada en un eje de poder diferente que actúa conjuntamente con un “aislacionismo saludable” pero con sentido de mundo global: estable y con certeza a la hora de realizar acciones que redunden en beneficio de todos.
Creando un poder global que funcione como un sistema de contrapoder significa movernos hacia delante desde los tiempos de la Guerra Fria y entrar en una nueva era de la que es precisamente Rusia la que está empujando para respuestas globales dentro de un rol predominante pero no solo sino desde la integración de las economías emergentes con BRICS.
Para llegar a ser verdaderamente resiliente es mucho mejor trabajar desde una mente global que desde una perspectiva nacionalista, es así que la Unión Europea debe considerar el construir puentes sólidos con BRICS. El argumento habitual en contra se refiere a la fractura que existe entre los países miembros, sin embargo, no es necesariamente una debilidad sino una característica de los actuales tiempos de pandemia y fragilidad mas que de un impedimento para negociar espacios. La misma situación está sucediendo con la Unión Europa, en un ejercicio de “zero sum game” que hace que todo avance para una unión mas estrecha sea convierta en un completo fracaso. Ver el proyecto Europeo –que es principalmente de cohesión- fuera del contexto de la pandemia lo torna no confiable, es por ello que es fundamental centrarse en crear sinergias mas que en la ambición de un proyecto supranacional – por lo menos durante este periodo-.
Muchas de las críticas son en relación a su falta de cumplimento, y ello también es en relación a su falta de acción y demasiadas altas expectativas hacia una cohesión real entre los países. La centralizada Bruselas no solo necesita tornarse abierta e innovadora en términos de estrategia sino también hacia los países fuera de la UE particularmente con bloques de Naciones.
Diferente es la realidad con Mercosur, que al final está sometida a su gran socio Brasil- que a su vez tiene una doble dimensión al pertenecer a ambos bloques-. No es lo mismo negociar espacios o simplemente dialogar con ellos que establecer una sólida relación de intercambio. Es posible con BRICS y las diferencias con Rusia en relación a su enfoque en los Balcanes no es una razón suficiente para no tenerlos dentro, incluyendo el hecho de que es miembro del Consejo de Seguridad de UN que lo hace un socio poderoso y el perfecto contrapeso con el nuevo Estados Unidos que se mueve muy distinto que en el pasado –en relación a crear puentes con Europa-.
La mayoría de las acciones desplegadas por los Estados Unidos en Medio Oriente son equivalentes, en términos de violaciones de Derechos Humanos a Rusia en los Balcanes. Para mantener el equilibrio necesitamos pensar mas allá y eso significa simplemente trabajar con aquellas Naciones que unen esfuerzos y mentes hacia una perspectiva global de futuro.
Un sistema de contrapeso vendrá desde un enfoque global, lo que supone ser capaces de trabajar hacia la búsqueda de soluciones mediante el desarrollo sostenible global dentro de una sólida conexión e interconexión global. Es esta la razón principal para que las instituciones globales estén llamadas a cambiar y adaptarse a los desafíos actuales.
En un mundo global, la homogeneidad en las decisiones políticas es una utopía que solo puede superarse dando mas poder a cada país individualmente considerado, aunque con un fuerte sistema de accountability. El mejor enfoque es por medio de bloques, en vez de una estructura centralizada como Naciones Unidas que tiende a volverse ineficiente porque le falta presión y respaldo para ejercer poder sobre los países.
Todos los miembros BRICS pertenecen al G20 que representa el 80% del comercio mundial, 60% de la población y el 75% del comercio global (incluido el comercio intracomunitario de la Unión Europea)
Esta es la principal razón que nos motiva para centrarnos en una alianza con la Unión Europea mas allá de relaciones individuales. No es solo en relación Rusia-Unión Europea o China-Unión Europea con todas las contradicciones que supone a nivel ideológico, sino BRICS-Unión Europea. La alianza estratégica mas allá de la pandemia es una respuesta para la problemática e inconsistente relación histórica con los Estados Unidos, particularmente expuesta con la OTAN. La alianza que está fallando en su esencia y razón de ser.
Ambos, BRICS y los Estados Unidos están sobrellevando complejidades internas que tornan su proceso político débil y altamente frágil. Aunque, y en términos de comercio global no necesariamente supone un impacto negativo, no con los Estados Unidos que han dejado claro su voluntad política de hacerlo parte del poder americano y no para contribuir con el poder global.
Es en este sentido que veo a los BRICS como un agente de cambio para construir una mentalidad global ya que se ha centrado en establecer relaciones desde una perspectiva global. La pandemia, como todas las crisis ha expuesto el nacionalismo “real” y América es uno de esos ejemplos, no solo con BRICS. Como bloque ha continuado con un mensaje sostenido en lo que respecta a cohesión global a pesar de contar con inconsistencias internas, manteniendo una agenda en asuntos exteriores que debe ser rescatada en términos de un ejercicio mas sólido en Diplomacia.
Revaluar intereses comunes después de COVID19 es una obligación y un imperativo para moverse hacia delante en tiempos desafiantes. El rechazo del diálogo desde la Unión Europea con Rusia no es exactamente un juego político que ayude, y mucho menos en la construcción de un modelo estratégico global
Da la impresión que otros intereses además de la estricta defensa de los Derechos Humanos es lo que está en juego.
Que Rusia es un país autoritario con una agenda muy dura es un hecho innegable, sin embargo, no es la actitud de la Unión Europea la que contribuye a garantizar los Derechos Humanos sino a impulsar una agenda “anti-Rusia” precisamente en un momento histórico en que Estados Unidos ha probado ampliamente que no es un socio confiable. El caos en Medio Oriente ha sido alimentado por políticas contradictorias de financiar “rebeldes” y un mensaje sostenido de violencia – y no de construcción de paz- en contra del terrorismo que al final, ha sido creado por ellos mismos. Eso también explica el rol (también contradictorio) de Arabia Saudí por un lado socio contraterrorismo con Estados Unidos y por otro lado contribuyendo a desestabilizar la región y ganar mas poder, particularmente en relación a Yemen.
Espero que la retirada de tropas extranjeras contribuya a la paz y deje a Medio Oriente liderar su propio proceso con sentido de pertenencia y mecanismos de de contrapeso en accountability desde sus propios códigos: religioso, cultural y político.
La Unión Europea no reacciona de manera equitativa con Estados Unidos-Saudi Arabia-Rusia aunque en todos estos países la vulnerabilidad en el sistema de Derechos Humanos parece evidente. Una conclusión devastadora que muestra que no existe la misma vara de medir para todas las Naciones. Estoy de acuerdo de que la Unión Europea debe contribuir a una estrategia global alineada con los ODS, sin embargo, la consistencia es ese punto de inflexión para entrar en una sostenibilidad real y no solo como una declaración de intenciones. Si la Unión Europea defiende, condena y algunas veces, boicotea Naciones por la violación de Derechos Humanos deberá rendir cuentas a todos y no solo a unos pocos.
La coalición de la OTAN es una de ellas y está clamando por una reformulación para ganar empoderamiento y abrir sus alas a nuevas alianzas y “lentes ODS”.
BRICS-Unión Europea es una alianza con la visión para una estrategia global mas allá de la pandemia, el nacionalismo americano, y el autoritarismo ruso
Porque la negociación no es una concesión a la violación de Derechos Humanos
sino a mantener ciertos niveles de estabilidad sin prejuicios y/o agendas discriminatorias que privilegian un país sobre el otro
El comercio global es una pieza clave en el puzzle de construir paz y ayuda a impulsar mínimos estándares de estabilidad política que al final resulta en una fuerte interdependencia que trabaja como un sistema de accountability.
Las alianzas estratégicas son conductores de sostenibilidad y no son una coincidencia que sean uno de los ejes principales de los ODS. Dichas alianzas exigen líderes políticos de mente abierta y un sentido de moverse mas allá sin ignorar las garantías democráticas sino con una visión fuerte de futuro basada en la Diplomacia, la negociación y una sólida y profunda interconexión.
* http://dseu.lboro.ac.uk/Documents/Policy_Papers/DSEU_Policy_Paper03.pdf
* Mar Introini, “Mercosur trapped within their own particular interest! https://thesustainabilityreader.com/2019/06/26/mercosur-eu-trapped-within-their-own-particular-interests/